La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado que prevee dar por finalizada la pandemia del virus H1N1 en pocas semanas. Un final que podría ayudar a entender las dinámicas de expansión de enfermedades similares.
En su última rueda de prensa, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que los datos de la evolución de la gripe A (H1N1/09) son favorables y se espera declarar el final de la pandemia en pocas semanas. "Los contagios remiten, el virus está siendo controlado y nos encontramos en la puertas del final de una etapa" ha añadido la directora general de la organización Margaret Chan.
Los primeros casos del virus H1N1 fueron detectados en Estados Unidos a finales de abril de 2009. El 11 de julio del mismo año, tras los elevados casos de contagio la OMS pasó a calificar el brote como pandemia. El porcentaje de la población infectada en estos 16 meses globalmente oscila entre el 11% y el 21%. Dentro de estos casos de infección, se estima que en este periodo de tiempo se han producido entre 150.000 y 575.000 fallecimientos.
En España se han contabilizado 744.795 contagios y 318 defunciones entre mayo de 2009 y marzo de 2010. Como podemos observar en la tabla inferior, la tasa de letalidad sería de 0,25 por 1.000 infectados en grupos de niños o jóvenes y de 4,0 por 1.000 casos en los grupos de mayor edad. Con estos datos podemos concluir que la tasa de letalidad puede ser considerada reducida y es inferior a la tasa de la gripe estacionaria habitual.
Conocer que nos encontramos al final de la pandemia nos da la posibilidad de analizar su evolución en su totalidad. Un estudio que ayudaría a entender con mayor precisión cómo se expanden las enfermedades y cómo intentar frenar dicha expansión. Para ello es conveniente observar el número básico de reproducción (R0) de una enfermedad contagiosa. Dicho en otras palabras, el número de personas que pueden ser contagiadas por un solo caso de infección.
En el caso del virus H1N1 se ha estimado que el número reproductivo básico es de 1,3-1,7, siendo 1,46 el valor mediano. Unos números relativamente bajos e inferiores a los de la gripe común (2,0-3,0). Por sí solo, el R0 puede ser una medida insuficiente de la dinámica de las enfermedades infecciosas pero su estimación en una población es útil para entender la transmisión de una enfermedad en ella.
Tras una evaluación final completa, esta pandemia nos dejará con muchas lecciones para futuras situaciones similares.
Este ejercicio pertenece a la tercera tarea de "Matemáticas de la vida cotidiana".
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