2022(e)ko urtarrilaren 17(a), astelehena

El mar de las reflexiones

  Soñar con el futuro puede llegar a producirnos pesadillas en el presente. La situación energética actual es un tema que acarrea controversía en el cual, al observar las estadisticas, puede llegar a ser dificil mostrarse optimista. Podríamos decretar que vivimos "por encima de nuestras posibilidades" energéticamente hablando y que este descontrol afecta al presente, y por supuesto, al futuro. Al tratar este tema nos podríamos encontrar ante varios dilemas morales y/o éticos que podrían abarcar desde ramas ecológicas hasta las económicas, pero intentaré abordar en primer lugar los dilemas reales en las siguientes lineas.

No solo la quema de los combustibles fosiles es la principal causante del aumento de las emisiones de carbono dioxido, también debemos tener en cuenta que estos combustibles son limitados y su final está más cerca que lejos. Debido a ello, me parece importante recalcar una de las ideas que se repiten en los primeros dos capítulos del libro titulado "Energía sostenible: sin malos humos”: es bastante inútil caer en razonamientos como "la energia producida por combustibles fosiles es más barata que la lograda por fuentes de energía renovable" ya que en un espacio de tiempo relativamente corto no contaremos con tales combustibles fosiles y todo esfuerzo realizado en estas comparaciones habrá sido en vano. Por ello, sería vital trazar un plan energético cuyos objetivos fueran alcanzables y lógicos. No tengo en mi mano ninguna fórmula mágica que me otorgue una respuesta final pero sí una pequeña reflexión sobre la raíz del problema.

En mi opinión, la visión ante la situación energética actual contiene el mismo fallo que otras distintas problemáticas: falta desarrollar una visión global y contextualizar los origenes de esta crisis climática que acarreamos los últimos años. Me muestro bastante pesimista ante los parámetros de los objetivos propuestos en los distintos acuerdos internacionales para los siguientes años ya que creo que son incompatibles con el sistema actual y el estilo/ritmo de vida que conlleva ello. Individualizar el problema, señalar actitudes y crear sentimientos de culpabilidad al ciudadano es, para mi, contraproducente ante el deseo de crear conciencia sobre la necesidad de un plan de presente y futuro. El uso del transporte público, el reciclaje, disminuir el consumo de carne... son, ojo, medidas que comparto, pero lamentablemente a su vez, granos de arena que son arrastrados por el oleaje llamado capitalismo. Un sistema que aprieta (y ahoga) bajo el disfraz eco y que lejos de querer dar fin a la problemática de la energía, tiene como único fin utilizar el ecologismo para beneficio propio. Por ende, considero improbable hacerle frente a la crisis climática en su totalidad bajo este sistema aunque es posible mejorar su situación gracias a diversos mecanismos. Mecanismos que espero conocer y evaluar durante esta asignatura.


Este texto pertenece a la primera tarea de la asignatura "Fuentes y usos de la energía" de la Especialización en Comunicación y Divulgación Científica de UPNA/UPV

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