Carne de perro, ancas de rana, grillos fritos... un sin fin de productos considerados habituales para algunos, son exóticos para otros tantos, entre ellos, una servidora. Debido al carácter cultural (características del alimento, del consumidor o del entorno) nos encontraremos en un lado o en el otro lado de la balanza, considerando estos alimentos una delicatessen o por el contrario, posiblemente un asco.
Aunque el factor del rechazo se encuentre ahí, debemos conocer que estos animales comestibles no provocarían ningún peligro a nuestra salud al consumirlas si han sido criadas en ambientes higiénicos que cumplan con las normativas europeas de inocuidad alimentaria.
Uno de los alimentos exóticos más populares y cotidianos en documentales o viajes intercontinentales son los insectos. Unos productos que pisaron por primera vez las superficies de los supermercados españoles en 2018. Una puerta que abrió Carrefour de la mano de una gama de productos formada por diez artículos, incluyendo pasta o snacks.
Actualmente, estos comestibles han sido retirados de varios establecimientos (desconozco si de todos) por no haber convencido en exceso al consumidor. Por ello, he consultado varias páginas webs en busca de alimentos que contengan insectos y he dado con una marca francesa que hace envios a España llamada Micronutris.
El producto de la imagen contiene cien Tenebrios molitores, comúnmente denominados escarabajos de la harina o gusanos de la harina. El paquete es de 5 gramos y el catálogo consta de una serie variadas de sabores, como la salsa (de paprika) de la imagen, barbacoa, tomate seco o natural.
Los insectos son una buena fuente de proteina y energia, como podemos observar en su etiquetado nutricional. Además, son ricos en minerales y vitaminas, una información que no aparece impreso en el envasado.
Estos nuevos alimentos no son únicamente interesantes por su valor nutricional, también son beneficios para el medioambiente. Su producción implica un emisión inferior de metano, menor cantidad de amonio producido y reduce la necesidad de terreno y el consumo de agua en comparación a los alimentos de origen animal.
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