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Ese cuerpo celeste llamado Luna

El satélite favorito de los astrónomos y los cantautores es nuestro protagonista de hoy. Según la teoría más aceptada, el impacto de un cuerpo de grandes dimensiones sobre la Tierra habría fusionado el material de los dos cuerpos y habría lanzado al espacio una gran cantidad de rocas. Este material quedaría orbitando alrededor de la Tierra y su agragación debido a las fuerzas gravitatorias daría origen a la Luna.

Su diámetro mide unos 3474 kilómetros, lo que supondría casi un tercio del diámetro de la Tierra. Cada 27,3 días realiza una vuelta completa sobre nuestro planeta, el mismo tiempo que dedica a un giro sobre su propio eje. Esta rotación sincrónica es la razón por la que vemos siempre la misma cara.

El satélite natural ejerce una gran influencia sobre la Tierra y una de estas influencias más llamativas es el modo en el que afecta a las mareas y a las corrientes marinas. La diferencia gravitatoria entre dos lados opuestos del planeta es el originador de las mareas. El lado más próximo a la Luna sufre una mayor atracción que en el opuesto que se encuentra más alejado a nuestro satélite. Por ello, el nivel de los océanos sube con mayor intensidad en el extremo que está más cerca del satélite provocando una marea alta cada 12 horas aproximadamente.

Dicha influencia lunar se reduce año tras año debido al distanciamiento que se está produciendo entre ambos cuerpos. Y es que la Luna se está alejando unos 3,8 centímetros por año, una medida que puede parecer ínfima en comparación con los casi 400.000 kilómetros existentes entre el satélite y la Tierra pero que tiene sus consecuencias en las mareas terrestres. Este distanciamiento nos lleva a concluir que el planeta y el satélite se encontraban más cercanos en el pasado y que en consecuencia las mareas eran mayores por aquel entonces.

Milankovitch Cycles

A su vez, la fuerza gravitacional de la Luna influye desde hace miles de millones de años ralentizando la rotación de la Tierra. Debido a dicha perturbación, la órbita terrestre varía desde un modelo casi circular a otro casi elíptico, cambiando así su excentricidad. La excentricidad orbital mediría la diferencia de la elipse respecto a un círculo perfecto. En el modelo elíptico habrá más distancia entre la Tierra y el Sol y esta variación supondría una diferencia entre el 1% y el 11% en la cantidad de radiación solar recibida por la Tierra. 

El geofísico y astrónomo Milutin Milankovic fue quien relacionó estas variaciones en la órbita terrestres con los cambios en el clima. Estas variaciones, conocidas como ciclos de Milankovic, también abarcan los conceptos oblicuidad y precesión. La primera define los cambios en el ángulo del eje de rotación de la Tierra. Cada 41.000 años, aproximadamente, este eje varia de 22,1° a 24,5°. El segundo concepto nos hablaría de la tendencia al cambio de dirección del eje de rotación de la Tierra. Este movimiento está causado por la fuerza de las mareas anteriormente citadas y su cambio modificaría la posición relativa de los solsticios y los equinoccios.

 

 "Luna, no me abandones más
Que tiendo a recuperar
En la cuna de tus cráteres
Silencio, se abre la tierra
Y se alzan los mares"

Luna - Zoé

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