2022(e)ko martxoaren 29(a), asteartea

Érase una vez un protón

Me presento. Me llamo Protón, de apellido De Hierro, y vivo en el núcleo de un átomo de hierro en el núcleo de la Tierra en un núcleo familiar formado por 26 hermanos protones, 29 primos neutrones y 26 primos segundos electrones que orbitan alrededor. La cosa va de núcleos hoy. Os preguntaréis cómo he llegado hasta aquí.

Érase una vez una sopa, un plasma, de quarks, electrones y gluones. Nos situamos en un universo inicial simple y homogeneo cuyas condiciones iniciales eran una presión y una temperatura verdaderamente altas. Yo no existía por aquel entonces pero los electrones lo han relatado tantas veces que siento realmente haber visto todo con mis propios ojos. Con la expansión del universo vino una bajada de temperaturas y una cienmilésima de segundo tras la explosión del Big Bang la temperatura era lo suficientemente baja para formar grupos en la sopa primitiva: unos agregados de quarks cuyas agrupaciones de tres (nos) originaron a los protones y a los neutrones. Y es que apenas un segundo después del gran estallido el universo contaba con todos los ingredientes para la formación de la materia ordinaria.


En los primeros cien segundos fueron creadas nuestras casas, los nucleos atómicos. Un único protón formaría ya el nucleo de un hidrógeno, siendo los núcleos de hidrógeno unas tres cuartas partes de todos los nucleos existentes. También se dieron los primeros núcleos de hélio, compuestos por sus dos correspondientes protones tras la fusión termonuclear de los núcleos de hidrógeno. Al darse la formación de los primeros núcleos atómicos, las condiciones todavía no eran las óptimas para la creación de átomos estables y neutros. Que la temperatura bajase no significa que fuese lo suficientemente baja para que los electrones interaccionasen con los núcleos atómicos. Siempre han sido un poco rebeldes. Estas condiciones no llegaron hasta 380 000 años después del Big Bang. Fue el primer evento medible de forma fiable. Un hito en esta nuestra humilde historia. Los primeros átomos en formarse fueron, tal y como intuís, el hidrógeno y el helio.

Un porrón de años después sigo viviendo rodeado de hidrógeno. También convivo con helio, aunque sea en menor cantidad. El resto de elementos existimos en una cantidad infima, somos "uno entre un millón". Para poder contaros cómo nacieron el resto de elementos y sus correspondientes partes debemos viajar hasta las estrellas. Gracias a la atracción gravitatoria, los átomos se fueron agrupando creando zonas del Universo cada vez más densas. Las condiciones de presión y temperatura aumentaron en en estas zonas y si la densidad llegaba a ser lo suficientemente grande, los electrones volvían a separarse del núcleo. Es aquí donde entraba en juego la anteriormente nombrada fusión termonuclear. De la fusión de dos núcleos de hidrógenos se formaba el núcleo de helio y si nos encontrábamos ante una estrella con suficiente masa las fusiones seguían adelante. Se seguían uniendo núcleos hasta la obtención del carbono, el oxígeno o, mi querido domicilio, el hierro. Para obtener a mis elementos amigos más pesados se necesitaba más energía, una energía que se obtendría de la explosión de las estrellas en su colapso final. Estas explosiones han sido denominadas supernovas.


La gravedad ejercía su fuerza sobre las nubes de gas y el polvo cósmico producidas por las supernovas y condensó de nuevo la materia. De este modo fue creada una segunda generación de estrellas que formaría todo tipo de elementos, no solo hidrógeno y helio. La condensación se encargó de la formación del Sistema Solar y por ende de la formación de esta nuestra planeta Tierra.

Hasta el día de hoy, las particulas se han organizado para originar todas las cosas que conocemos, y todas estas particulas fueron formadas en alguna estrella que ya no existe.

Izarren hautsa egun batean bilakatu zen bizigai” (El polvo de las estrellas se convirtió un día en germen de vida)


 

iruzkinik ez:

Argitaratu iruzkina

Pintarse la cara color esperanza

El greenwashing es una práctica o forma de marketing verde destinada a crear una imagen engañosa de responsabilidad ecológica. Las ONG utili...