La lectura ha acompañado a la humanidad durante toda su historia. Es posible que una parte de la sociedad se muestre reacia a ella pero las evidencias científicas demuestran que se trata de un hábito beneficioso para la salud debido a la estimulación de la percepción y la concentración. Además, ayuda a escapar de las tensiones cotidianas, expandir vocabulario y activar la memoria a corto y largo plazo.
La Red de Lectura Pública de Euskadi (RLPE) fue creada en 2007 y actualmente agrupa todas las bibliotecas municipales de la comunidad autónoma, así como aquellas bibliotecas de uso público general que se han integrado en la Red mediante la firma de un convenio.
Con motivo de su decimoquinto aniversario, la RLPE ha iniciado una campaña para promover el acceso a una cultura gratuita, impulsar el uso de las bibliotecas públicas y por último, evaluar el estado y los servicios de las mismas. Con el objetivo de conocer sus puntos fuertes y débiles, la organización ha pedido a sus usuarios que evalúen las diferentes áreas que constituyen el servicio. Para ello cuentan con dos formularios, ambos a disposición de todo aquel que quiera. El primero se encuentra de forma física en todas las sedes pertenecientes a la Red y el segundo está disponible en su página web, al cual es posible acceder desde la página del Gobierno Vasco.
Las bibliotecas de la Comunidad Autónoma han sufrido grandes cambios durante las últimas décadas, desde la digitalización de su amplio catálogo hasta una gran variabilidad en su número. Así lo demuestran los últimos datos que ha publicado la Red de Lectura Pública de Euskadi con la ayuda del Instituto Nacional de Estadística (INE) y que forman parte de la campaña anteriormente citada.
Gracias a ellas se ha observado la evolución de la tasa de bibliotecas que corresponden a cada 100.000 habitantes residentes en la Comunidad Autónoma de Euskadi. Sorprende la bajada sufrida a principios de siglo, un cambio que desde la Red no han podido analizar en profundidad debido a que su creación fue posterior a ella y según señalan, no constan de datos fiables en sus archivos sobre este periodo de tiempo. Especulan que podría tratarse de un error a la hora de contabilizar distintas sedes y recalcan que contar en la actualidad con una organización especializada puede ayudar a unificar datos y evitar posibles errores de estadística. La tasa ha tendido a la estabilización durante estos últimos diez años y actualmente se encuentra en torno a las 14,4 bibliotecas por cada 100.000 habitantes. Una cifra "aceptable pero mejorable en los siguientes años" señala la RLPE, quien a su vez especifica que no se trata únicamente de proporcionar más servicios en un futuro, "prevalecemos la calidad ante la cantidad."
Este ejercicio corresponde a la asignatura de Matemáticas de la Vida Cotidiana del Máster de Cultura Científica.
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